La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Junto a Deluxe o Sidonie, The Sunday Drivers fueron uno de los grupos emblema de cierto tipo pop independiente español de la década pasada. Recogiendo el eco sesentero de bandas como Ocean Colour Scene rompieron con le barreras del guetto indie colándose en anuncios de televisión, pateándose la península de arriba a abajo en directo e, incluso asomando la cabeza fuera de España. Pero mientras sus compañeros de pelotón daban el salto multinacional e idiomático, ellos siguieron a la suya, tejiendo canciones de pop clásico y cuño totalmente anglosajón en una celebrada carrera que ahora parece tocar su fin. Al menos así se desprende de las palabras de Lyndon Parish, el guitarrista que contesta esta entrevista apropósito del concierto que su banda dará mañana sabado en la sala Capitol de Santiago.

-Llevan un año refiriéndose a “The End Of Maiden Trip” como el fin de una etapa. ¿ Ya ha concluido esa etapa?

-Aún estamos llegando el fin de la primera etapa. Me gustaría que hubiese una segunda etapa, pero es más un deseo que una realidad.

-Porque, ¿cuál es la situación en este momento del grupo?

-Necesitamos un descanso. No hay nada planeado, nada en absoluto. Puede ser que ya esté, que se acabó. Estaría bien porque, por el título del disco, ya puedes imaginar que es el final y, por lo menos, tendríamos con un disco muy bueno con el que poner fin a The Sunday Drivers. De todas formas, yo pienso que somos tan amigos que las puertas quedan abiertas siempre para volver a colaborar.

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-Fueron comparados en inicio con Ocean Colour Scene. Luego se apuntaba a Wilco. ¿A qué se sienten más cercanos actualmente?

-Personalmente a ninguno de los dos [se ríe]. Pero, bueno, quizá un poco más Wilco. Los dos son buenas bandas y tienen grandes canciones, pero ambos están continuando algo que empezó hace muchos años. No es una cosa vanguardista. No los veo como The Flaming Lips, que es uno de mis grupos favoritos. En ellos ves perfectamente sus raíces y sus influencias, pero lo hacen de un modo totalmente nuevo. No solo les gusta mucho Pink Floyd, Yes o Led Zeppelin y lo repiten. Esos grupos ya están terminados, hay hacer algo nuevo y yo veo a OCS y Wilco siguiendo esa tendencia. Wilco me parecen unos continuadores de The Band, aunque tengan un guitarrista fenomenal como Neils Cline, pero no es completamente novedoso. Tampoco Sunday Drivers lo son. Supongo que somos de la misma idea, que estamos continuando algo que empezó hace mucho tiempo.

-Son grupos clasicistas, que no pretenden romper nada. Creo que es una postura legítima también.

-Sí, claro, pero yo, personalmente, tengo intereses en muchas cosas fuera de la órbita del pop porque ahí es donde está la vanguardia. Armónicamente, por ejemplo, en la música clásica es mucho más avanzada. Hace 80 o 100 años se había adelantado mucho más del lugar en el que el pop está hoy en día. Eso me gusta mucho, pero yo estoy tocando en los Sunday Drivers. Me gusta mucho la electrónica, cosas progresivas, pero, bueno, tampoco tengo vergüenza en hacer una cosa simple, una melodía bonita y una letra que llegue a los corazones de la gente. Eso es conectar con las personas. Eso es lo importante. Si conectas y haces una cosa completamente nueva es lo mejor, por supuesto.

-El mejor modo es canción perfecta, algo que un grupo como The Sunday Drivers debe estar siempre persiguiendo. ¿Qué es para usted una canción perfecta?

-Depende. Si se trata de una sinfonía es totalmente diferente a una cosa de jazz, todo improvisado o algo folk, que se inclina más hacia el contar una historia, más de letras. Para mí en el pop consiste en ser muy conciso y decir todo lo que tienes que decir en dos minutos con unas melodías pegadizas.

-Dígame un ejemplo.

-Buff, hay muchos. Todas las canciones de Disney me parecen increíbles. Las canciones de James Bond también me entusiasman. Las de los Beatles me alucinan, pero también las de Yes, aunque sean de 20 minutos. ¿Una canción de pop perfecta? Pues Slade y su “Merry Christmas Everybody”. Es la canción más famosa que hay en Gran Bretaña de Navidad. La conoce todo el mundo, sea mi abuelo o mi primo.

-Slade son el grupo de “C’mon Feel The Noise”. Muy populares en Inglaterra pero en España apenas les conoce por ese tema.

-Sí, es una gran canción, como también lo es “How Does It Feel” que es la canción favorita de Noel Gallaguer de Oasis. Tienen un punto muy melódico, un poco John Lennon. Pero también pueden recordar a Led Zeppelin en la voz y las pintas.

-The Sunday Drivers es un ejemplo de supervivencia indie basada en dos puntos: tocar muchísimo en directo y asomar la cabeza más allá metiendo algún tema en anuncios de tele. ¿Son esas las claves?

-Sí, es así. Tienes que tocar bien y tener buenas canciones. Si tienes eso, en un momento u otro alguien va a tomar nota. Pero, desgraciadamente, en la música pop cuentan otras cosas como el cómo eres físicamente. Por ejemplo, tú vas a ver a Chick Corea o Pat Metheny y da igual si son feos o guapos. En el pop sí que importa.

-En el último disco Jero vuestro cantante insistía en que se había captado la espontaneidad y la imperfección del directo. eso da a entender que durante este año quizá haya evolucionado en los escenarios. ¿Cómo suenan esas canciones hoy en día?

-Sí, no mucho. Yo me encuentro improvisando mucho más en directo. En el pasado quizá tenías que tocar las partes más como una composición de música clásica. Ahora lo veo diferente. Un día va mas fuerte, otro día menos y eso hace que no te aburras.

-Llegaron a hacer incursiones en el extranjero. ¿Es cierto que “Oh My Mind” fue un hit en Francia?

-Sí, y también en Grecia.

-Es decir, la gente la conocía y la aplaudida más que las otras.

-Sí, totalmente. Yo tengo conocidos en Francia que le decían a sus amigos “Lyndon está en los Sunday Drivers” y ellos decían “Ah los de Oh My Mind”. O sea que sí, esa canción es muy conocida.

-Comentaba antes de lo que influye el aspecto físico de los músicos en el pop.

-Sí, es algo muy triste. Así tenemos a Hanna Montana y Britney Spears. Aunque bueno, las canciones de Britney son muy buenas, porque están escritas por gente muy, muy buena, pero me parece como un paquete. Yo prefiero a los grupos reales, que los sienta más allá de que sean guapos o feos.

-Bueno, ustedes, queriendo o no, han logrado una imagen. Para mucha gente son “el grupo de los barbudos”. ¿Lo saben?

-Sí, sí [se ríe a carcajadas].

-¿Cómo están ahora esas barbas?

-Tenemos barba todos menos uno [risas]. Yo corté la mía el otro día, porque a mi novia le gusta más sin tanta barba.

-Bueno, sus fans esperan que no el del sábado sea de último concierto del grupo en Galicia y que sigan adelante. ¿Que les decimos?

-A mí me gustaría que esto siguiera, pero me temo que no.

-Entonces habrá que decirle la gente vaya, porque puede ser uno de los últimos directos.

-Si, este puede ser uno de nuestros últimos directos juntos.