La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
Seleccionar página

Se cumplen veinte años de la muerte del músico que instaló el pop cantado en gallego en el número uno de ventas nacional. Un hito no superado.

Hace veinte años murió Andrés Do Barro Lapique (Ferrol, 1947). Le sucedió siendo aún joven, con 42 años, víctima de un cáncer hepático. Antes, había paseado por la cuerda floja durante más de una década. A mediados de los setenta, tras grabar su tercer álbum, el homónimo Andrés Do Barro, el mismo éxito que lo acarició los años anteriores empezó a escurrírsele de las manos. Frente al declive, optó por irse a México en 1976. Allí tampoco fueron las cosas bien. Ocho años después retornó con el mismo mal fario, y llegó a tener serios problemas para subsistir. Tras varias peripecias, incluyendo una frustrada venta de la maqueta de un cuarto álbum del que nadie conoce su existencia o su breve periplo como locutor de radio, llegó el fin.

Nonito Pereira, amigo personal del músico, describe en su libro Historias, histerias y anécdotas musicales de La Coruña la impresión que le causó una intervención de Do Barro en la TVG en noviembre de 1989: «Fue patético. Tuve la triste corazonada de que Andrés, fuera de control y arremetiendo contra el mundo, se estaba suicidando en público. Ya no le importaba nada ni nadie y sentí ganas de llamar al programa para que alguien terminase con aquel macabro espectáculo». Un mes después, el músico que había llevado el pop cantado en gallego al número uno de ventas en España había fallecido.
http://www.youtube.com/watch?v=ZvIKdGTOxYQAndrés Do Barro marcando el camino a los Rolling Stones con «Pois Eu»

Atrás quedaba una carrera vampirizada para el gran público por el éxito de una canción, O tren. Esa pieza soberbia de folk-pop descarado y coros audaces aún arrolla hoy en día. Resulta prácticamente imposible que el oyente no se contagie de su desbordante felicidad. Un joven al que se le sale el corazón del pecho viaja en tren con un destino, Galicia. Allí dice que «todo o que sexa amor e paz o atoparei e o terei coa miña moza no meu lar». Con ella Andrés Do Barro dio un codazo en las listas a los Simon & Gartfunkel, Mundo Jerry y Cecilia del momento. Su hábil puenteo entre la música popular gallega y el pop del momento de O tren sonó en toda España.

La canción se integró en el primer álbum del ferrolano, Me llamo Andrés Lapique Do Barro (1970). Desde el pop soulero derivativo de Los Bravos de San Antón al sonido panorámico en la onda de Henry Mancini de Teño saudade (que acoge la preciosa poética de su colaborador Xavier Alcalá), las doces canciones de este trabajo muestran a un autor dueño de un talento y un encanto muy particular. Lo primero lo demostraba con un variado abanico de canciones enormes, que acogen momentos inclasificables como Vou a Bueu que filtreaba con algo parecido al rap años antes de que este exitiera. Lo segundo se encuentra en su voz, dulce pero vulnerable, incluso en los momentos más radiantes. Ello generaba una indescriptible sensación de ternura al escucharla.
http://www.youtube.com/watch?v=V9uU3l-T0j0 «Teño saudade» en una versión diferente a la del disco. ¿Su mejor canción?

Tras su intervención como actor en el filme En la red de mi canción junto a Concha Velasco, pronto llegó el segundo trabajo, Pum! (1971). El papel estrella lo ocupó aquí Pandeirada, un tema de corte popular. La excentricidad la puso Un pouquiño mambo, ou así haciendo honor al título. A unos ojos verdes tiró hacia la lírica folk y Meu amor por la senda de la épica crooner.

Con Pump! Do Barro agotó las reservas de la inspiración. El tercer elepé lo demostraría. Sobreproducido, lo cierto es que, salvo algún momento aislado, como la caleidoscópica A rapaciña chora, resulta un álbum prescindible.

Homenaje del «indie»

La vigencia del legado de Andrés Do Barro y su valor como icono de la música pop en Galicia quedó de manifiesto en el 2007 con la edición de Manifesto dobarrista. Publicado por la discográfica Falcatruada, en él 30 grupos gallegos revisaron el catálogo de composiciones del músico de Ferrol, elevándolo a la categoría de mito fundacional. Entre los participantes figuran muchos de los nombres del último pop gallego de corte indie como Projecto Mourente, Safari Orquestra, Quant, The Homens, Los Iribarnes, 6pm, Niño y Pistola, Narf, Ectoplasma, Samesugas, Elodio y los Seres Queridos o Noveulle Cuisine. Además de ellos, en el álbum se incluye la intervención de Andrea Lapique, hija del homenajeado, que le recita versos a su padre en la canción Meu amor, que interpretan los compostelanos Fanny + Alexander.

Un año después se estrenó el documental O tren que me leva, producido y dirigido por Anxo Fernández y que contó con guión de Xavier Alcalá. Ambos sostienen que Do Barro es el neotrovador del siglo XX. «Trátase dun tipo xenial que reinventou a literatura medieval escribindo poesía para cantar», recuerda Alcalá.

Los coruñeses Nouvelle Cuisine versionando «Pandeirada» en una gala homenaje de la TVG