La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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(Notición al margen: Richard Hawley tocará en A Coruña el 14 de febrero)

Este 2009 que está a punto de terminar no ha dejado ningún disco definitivo, clave o rompedor en el panorama nacional. Lo más parecido a ello ha sido La Bien Querida y mucho nos tememos que no ha llegado a merecer calificativos tan gruesos. Sin embargo, a lo largo de estos doce meses han surgido varios títulos notables en diferentes modalidades, desde el pop más clásico a los experimentos posmodernos inclasificables. Ello deja patente la existencia de un burbujeante caldero patrio en el que se siguen cociendo a fuego lento trabajos tan disfrutables como perdurables. Y, además, este año con una agradable noticia para los gallegos: los tres nombres de la tierra que salen en esta lista de diez lo hacen con todas las de la ley, al margen de cuotas o barrer para casa. ¿Lo verán (u oirán) allá en Barcelona, sede de las redacciones de las principales publicaciones especializadas? Teniendo en cuenta, por ejemplo, que el Todo sigue intacto de Apeiron no ha aparecido entre los 60 mejores de la década según Rockdelux, mucho nos tememos que los ojos seguirán ciegos y los oídos sordos. Ellos se lo pierden.

palLos toledanos Pal en una fotografía de promoción

1. PAL “Error de fábrica” (Limbo Starr). Los males endémicos de la escena indie patria para muchos son el mimetismo, la falta de personalidad, las grabaciones deficientes y la escasa prestancia en directo de los artistas. En las antípodas de todo ello se sitúan los toledanos Pal. Pero, ya ven, ni caso. El oído inquieto que busque una adictiva mezcla de electricidad, nervio y uñas la encontrará en este tercer elepé de una de las bandas más infravaloradas del pop nacional. ¿Se les reconocerá en la década siguiente? Bueno, a El Desván del Mächo no los reivindica nadie todavía. O sea que… Más sobre Pal y este disco aquí.

2. INDÓMITOS “Indómitos” (El Beasto) Otra joya oculta. De este álbum apenas se editaron 500 copias en vinilo a unos días de cerrar el 2008 y su repercusión, más allá de alguna elogiosa crítica de los medios especializados, ha sido prácticamente nula. Y eso que los vigueses solo necesitan unos segundos para capturarte con su rock oscuro y minimalista que entremezcla a Parálisis Permanente, The Fall, los Pixies y The Cramps. Canciones que no llegan a los dos minutos y un directo tan vibrante como el que se pudo vivir en la sala Le Club de A Coruña el pasado mes noviembre. Tremendo, tremendo, tremendo. Más sobre Indómitos aquí

3. ABRAHAM BOBA “La educación” (Limbo Starr). Las prisas y los Ipods no sirven para un disco como el segundo del proyecto del también vigués David Cobas. No, porque se trata de un álbum de pop orquestado en la onda de Leonard Cohen o Scott Walker, que mece al oyente en una sensación de calma musical y lo lleva a canciones tan maravillosas como Frío, un bellísimo retrato del deterioro de una pareja (“Todo un invierno esperando a que el verano se despierte y nos vuelva a calentar / pero ya no hay estaciones como no hay instrucciones para amar”).

4. COOPER “Aeropuerto” (Elefant). Alejandro Díez continúa siendo el gran artesano del pop nacional de ascendencia sesentera. Sus epés se suceden con la misma regularidad con la que llegan las estaciones del año, pero, ojo, siempre se reciben con la misma alegría que la primavera. Cada cierto tiempo se reúnen en un álbum. Aeropuerto supone el último volumen recopilatorio y la colección de estribillos y melodías es de los de parar un tren. Sumen a la cesta de grandes canciones del pop español Canción de es viernes, Tic-tac o Ruido. Más sobre este disco aquí.

5. EMILIO JOSÉ “Chorando apréndese”(Fohen Records). Además de un asiduo a este blog, Emilio José fue una de las cabezas pensantes de los ourensanos Apeiron. Este año debutó en solitario con todo un puzzle en el que autor juega con una infinidad de moldes pop. Canciones, canciones hay pocas (eso sí, buenísimas), pero el tobogán estilístico por el que uno se desliza cuando lo escucha siempre sorprende y siempre entusiasma. Especialmente cuando en plan tropical muestra el patetismo del hombre celoso o cuando saca a relucir, camuflado de ironía, su mezcla de orgullo y rencor de chaval de aldea rabioso ante la evolución de los tiempos. Más sobre Emilio José aquí

6. ELLE BELGA “1971” (Acuarela). Tras finiquitar Manta Ray y Viva Las Vegas, Jose Luis Aguado prolongó la vena susurrante de los segundos en su nuevo proyecto, Elle Belga. Junto a la gélida voz de Fany Álvarez reunió en este debut diez piezas de poso folk y un aroma ¿religioso? armadas sobre esqueletos sonoros. Grises como todo el art-work del álbum, logran inquietar con esos versos que hablan de ajustar cuentas con la conciencia o enfrentarse a los claroscuros del amor.

7. ZA! “Macumba o muerte” (Acuarela). El segundo álbum de los catalanes Za! lleva más allá la locura piscodelia de Coconut y el Guincho. Partiendo desde el free-jazz y dando vueltas por el tropicalismo, el post-rock, la electrónica y el noise embarcan al oyente en un carrousel musical imprevisible. Toda una experiencia difícilmente trasladable al papel.

8. LA BIEN QUERIDA “Romancero” (Elefant). El disco indie del que más se ha hablado en estos meses. Desde los que sostienen que está a la altura de Un soplo en el corazón de Family a quienes piensan que es una de esas modernidades que no aguantan ni dos escuchas. Aquí, ni lo uno ni lo otro. Esta hipotética mezcla entre el Popemas de Nosoträsh y el Performance de Astrud se ha quedado lejos de ser un disco perfecto o definitivo como el de Family (comparación injusta donde las haya, por otra parte). Pero ello no quita que guarde un puñado de canciones para el recuerdo (Corpus Christi o De momento abril) y otro de soluciones sonoras que aún obligan a levantar la ceja para bien (esa invocación del gipsy-rock de El zoo absoluto ) o para mal (el vestido bakala de 96 sigue sin cuajar).

9. DORIAN “La ciudad subterránea” (Pias) . No han logrado ofrecer una diana como A cualquier otra parte (¿la mejor canción del pop español de esta década?), pero a cambio han entregado un disco nocturno y oscuro, exorcizante de demonios, pero con una innegable pegada pop. Siguen sin lograr un trabajo de la consistencia como elepé de su álbum de debut, el excelente 10.000 Metrópolis, pero temas como Veleros o Tormenta de arena se sitúan entre lo mejor de uno de los grupos más valiosos del último pop nacional

10. BOAT BEAM “Puzzle Shapes” (Origami). El disco bonito del año. Una pequeña joya creada por un trío femenino y multinacional (una americana, una australiana y una madrileña) que apuestan por un pop de impecables armonías vocales, los arreglos siempre en su punto y el regusto clásico. Cosas como The Rain Pauly o Falling Over parecen haber nacido para ser envueltas en papel de regalo. Más aquí .