La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Festival Laboratorio
A Coruña, Expocoruña
13 junio 2009

Para su intervención en el festival Laboratorio, Mouse on Mars habían solicitado por contrato que el recinto en el que se iba a desarrollar su actuación debería estar libre de asientos. Su set totalmente festivalero y de baile no casaba con la dinámica de auditorio con público sentado y en silencio. Y ese era el emplazamiento en el que iban a tocar. La organización barajó la posibilidad de retirar todas las butacas para su actuación. Sin embargo, el elevado coste obligó a desechar la idea. Al final, los germanos aceptaron el emplazamiento, pero eso sí, sin cambiar un ápice el planteamiento musical. Subieron entre nubes de humo y dispararon. Al público se le iban los pies y progresivamente se escoró a los pasillos. La imagen hablaba por si sola: los laterales del auditorio de Expocoruña llenos de gente entregada a la tralla propuesta por los alquimistas electrónicos, mientras solo unos cuantos permanecían sentados. Funcionó. Readaptando los espacios, aceptando el “esto es lo que hay” y tirando para adelante, su presencia (histórica: nunca antes vinieron a Galicia) solo se puede calificar de éxito. Por allí cayeron, como era previsible, trallazos como Wipe That Sound o I Go Ego Why Go We Go. El hecho de que estirasen su pase más allá de la hora prevista lo dice todo.
http://www.youtube.com/watch?v=wns6lxBHT5oPlanningtorock interpretando «Changes»

Lo de Mouse on Mars supuso el cierre. Antes, la berlinesa Planningtorock dejó boquiabierta a la audiencia, gracias a su espectacular puesta en escena, sus proyecciones caleidoscópicas y su insólita combinación de géneros que van del glam-rock al music-hall pasando por el rap. Puede que su música, por sí sola, no llegue al nivel de ninguno de sus tres compañeros, pero el efecto sorpresa hizo que gozase de los mayores aplausos de la noche. Dos de cada tres personas la alzaron como la mejor actuación de la noche. Solo unos pocos otorgaron ese honor a Peter Broderick. Fue el músico que más se apartaba del hilo electrónico que unía los nombres en cartel. Lo suyo fue una mirada erudita a Nick Drake, Low, Red House Painters, Dakota Suite y demás héroes de las esquinas sombrías del pop con raíz folk. Un bajón para la euforia química, sí. Pero una verdadera maravilla para los que tienen tendencia a regodearse sobre la belleza que se puede extraer cuando se juega a acariciar a lo místico. Su dominio del looping (secuencias musicales que se graban y se repiten en círculos) es de sacarse el sombrero. Las atmósferas obtenidas para hartarse a aplaudir. Su nombre ya debe figurar en la lista de los descubrimientos del año y Home, su estupendo segundo álbum, volcado en el Ipod.

Peter Broderick interpretando «Not At Home»

El arranque del evento lo dio la japonesa Tujiko Noriko. Un portátil, su voz y los juegos de luces de la iluminación dieron lugar a lo que se esperaba de ella: un pequeño y extravagante capricho pop que se aprecia en distancias cortas y formato reducido. El recinto elegido, un lugar cuco y acogedor donde los haya, sirvió de marco idílico para trasladar la ensoñación de sus discos. El próximo en pasar por allí será Yann Tiersen y la idea de que Laboratorio (que respondió de sobra a las espectativas de público, con unas 300 personas) se sume a iniciativas como Sinsal, Con Cierto Centido o Vangardas Sonoras una gran noticia para la música alternativa en Galicia. Eso sí, por favor, que los programadores no se olviden, dentro de lo posible, de los clubes y las salas, en muchas ocasiones el lugar natural de este tipo de propuestas. Que un día de esos vamos a terminar por ver a Jon Spencer en un teatro sentados, en silencio y dejando la cerveza en la taquilla.