La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Experimentar, innovar y retorcer las esencias del pop hasta dar con un sonido insólito y personal. Esas parece que sean las directrices de los cuatro nombres que integran el cartel del festival Laboratorio. Tendrá lugar mañana sábado en el recinto ferial Expocoruña de A Coruña y no resultaría nada exagerado señalar que marca un hito en la cultura alternativa de la ciudad. La sola mención de Mouse on Mars o Tujiko Noriko no debería deja lugar a dudas: esto no es un cajón de saldos con retales sin ton ni son, sino un acontecimiento insólito que no se debería perder ningún oido inqiuieto.

Para empezar, lo principal: Mouse on Mars. Lo de su debut en Galicia tiene trazas de acontecimiento histórico. Y es que los germanos son historia viva de la electrónica en su lado undegroud. Mientras Daft Punk y Chemical Brothers se abrazaban al rock en los festivales de medio mundo, este dúo sin embargo se encargaba, junto a otros kamikazes como Autechre o Aphex Twin, de grabar algunos de los discos más excitantes, atrevidos y reivindicables de la electrónica de vanguardia de los noventa. Nos referimos a joyas como Autoditacker (1997) y su imaginativa mezcolanza de melodías de juguete y ritmos quebrados.

Pero, ojo, los Mouse on Mars que aterrizarán en A Coruña son una banda si cabe más retorcida. Y agresiva. Tras el devaneo funk de Radical Connector -en el que se pudieron escuchar algunos de los momentos más convencionalmente pop de su carrera- su último disco, Varcharz, coquetea con el ruidismo, suena con una violencia nunca vista y rompe con todos los patrones melódicos. Los vídeos de sus últimos directos no hacen sino confirman que su actuación será explosiva.


«One Day Not Today», una de las canciones incluidas en el último álbum de Mouse on Mars, «Varcharz»

Horas antes, será la nipona Tujiko Noriko inaugurará la jornada. Y aunque puede sonar a tópico para los entendidos en la materia, lo de la Björk japonesa continúa siendo un buen modo de aproximar al profano a su obra. Como ella, diseña un pop extravagante en el que su voz fluye libre y sin límites creando una verdadera fantasía musical cercana, por momentos, a los universos de Donna Regina o Broadcast. Su último trabajo, Trust, suma y sigue en su notable trayectoria.

Mucho menos conocido es Peter Broderick, un joven cantautor de Portland que enamoró a la crítica indie con Home, su segundo disco. Como si el Nick Drake más mohíno se acercase al lado evanescente de Joy Division, Broderick consigue que su folk logre atmósferas cuasi místicas. Aunque se le coloque al lado de Matt Ward, lo suyo se emparenta más con los primeros álbumes de Red House Painters, recuerda por momentos a Durruti Column y engancha a quienes les guste casar conceptos como fragilidad, intimismo y oscuridad. A buen seguro que dejará boquiabierto a más de uno que se acerque sin saber lo que se espera.

Y atención con Planningtorock. Más que nada por el impacto. Es el inclasificable proyecto de la berlinesa Janine Roston capaz de tejer un híbrido de glam-rock, hip-hop, music-hall y audiovisuales totalmente inaudito.