La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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the-who“Éramos mucho mejores en directo que la mayoría de los grupos el momento. No hacíamos discos tan buenos como los Beatles, pero los habríamos superado con creces sobre un escenario”. Lo dice John Entwistle, el bajista de The Who, un tipo apocado y nada dado al exhibicionismo casi enfermizo de sus compañeros. Esas palabras se incluyen dentro de las entrevistas que enlazan las diferentes actuaciones recopiladas en Maximum R&B Live, un extenso documental sobre el grupo que ahonda en su directo. Es decir, en el poderío de una banda que, para muchos, ha sido la mejor formación de rock en vivo de la historia.

Originalmente editado en los años noventa en VHS, esta oportuna revisión digital lo dota de brío y sirve para resumir en tres horas la evolución de un grupo que el propio Pete Townshed califica, en su conclusión final, como “unos feos, ruidosos, arrogantes, intimidantes y desconsiderados gilipollas” que tuvieron éxito porque el público era igual que ellos. Todo arranca en los sesenta, con las que quizá sean sus mejores canciones y la energía bruta emergiendo de su frustración urbana. En el documental se recoge una apoteósica Anyway, Anyhow, Anywhere pasada de vueltas en 1965 en el marco de un festival de blues y jazz, el So Sad About Us en el Marquee londinense en plena era mod y también su posterior desembarco en la pre psicodelia en el Festival de Monterey con A Quick One.

Sin embargo, el directo del grupo alcanzaría sus mayores vuelos ya en los setenta, la época mejor documentada. Ello queda potente de inicio a fin. El Young Man Blues que interpretaron en el festival de la Isla de Wight es sencillamente demoledor, de los que solo admite comparaciones con monstruos del tipo Led Zeppelin o el Bowie de la era Spiders From Mars. Pero el resto de su legado en esta época, demuestra que, pese a la difícil convivencia del grupo (como ellos admiten y comentan sin ningún reparo a lo largo del documental) ya eran una maquina perfectamente engrasada que fabricaba rock para estadios. A ese respeto resulta particularmente brillante el Baba O’ Riley grabado en Kilbur en 1977 (y no incluido en la antigua versión). Como en todas las piezas anteriores, deja patente que, además de una gran banda, los componentes de The Who a nivel individual eran unos músicos excepcionales.

El DVD rescata también abundante material filmado tras la muerte de Keith Moon en 1978. Sustituido inicialmente por Kenny Jones, en esas tomas, pese a lo que pudiera parecer, existen momentos muy destacados filmados entre 1979 y 1982. No se puede decir lo mismo, sin embargo, de su reunión de 1989 con motivo del aniversario de la ópera rock Tommy. Se supone que con solo señalar que Pete Townshed cede su eléctrica a un músico mercenario y se pone a hacer molinillos con la acústica no hará falta ahondar más en ello.

Como señalábamos antes, esta revisión digital añade varios extras al original que se extienden a un concierto íntegro dentro del programa alemán Rockpalast grabado en 1981 y que responde a la perfección a lo que Townshed denomina un concierto en tres fases: un set de bienvenida con temas concidos (Substitute, I Can´t Explain…), un bloque con lo último que estaban haciendo y el final con las canciones más explosivas que van desde My Generarion a See Me, Feel Me. Pese a no ser la mejor época de la banda suenan como una auténtica bomba.