El anonimato saca en muchas ocasiones lo peor de las personas: la cobardía, el raje por el raje, la desmesura… Total, como no hay que hacerse responsable de lo que uno dice, pues por qué no usar el puñalón a ver si sangra esto un poco. Eso genera que algunos foros de opinión en Internet se conviertan en una especie de gimnasia dialéctica para ver quién tiene más razón sin freno. Un deporte que, en muchas ocasiones, suele terminar en un auténtico estercolero. Vean aquí si no cómo hablan algunos en la web Desconcierto sobre la labor de dos ejes importantísimos del pop independiente en Galicia: la propia web (que, con todos sus defectos, cumple desde el amateurismo total la plausible labor de ser el punto de encuentro digital del indie-pop en Galicia) y el Festival Do Norte, que superó en asistentes a la edición pasada, pese a caerse del cartel Los Planetas. Al parecer, las dos cosas son un desastre sin paliativos. Eso sí, el nombre de quien lo suscribe o el nick o mote que lo identifique, pues que lo ponga su tía.
Pienso esto al hilo de un e-mail que recibí esta mañana de un músico al que había criticado duramente en este blog. Podría usar un pseudónimo y descuartizarme en los comentarios ya que aquí, salvo insultos graves a personas o instituciones, no se censura nada como podrán comprobar. Por ello sorprende que no solo me escriba educadamente a título personal, con su nombre y dando la cara, sino que inlcuso me facilite su teléfono por si quiero hablar con él sobre el tema, asegurando que puede desmotar mis palabras punto por punto. El tema, por petición suya, queda para el ámbito privado, pero demuestra una elegancia poco usual en el jardín digital de los egos trastornados y las perras rabiosas. Una actitud de la que muchos deberían tomar nota, pese a que reflexiones como está puedan parecer de lo más demodé en estos tiempos cínicos de chicos y chicas sofisticadas, que semejan The Gossip Girl,… pero en plan perralleiro.
Hola,
Yo creo que más que el anonimato, en muchos de los casos lo que se observa es una falta de cultura y, sobre todo, de educación tremendas. Evidentemente el anonimato influye para que la saquen a relucir, pero creo que no es el problema de fondo.
Por otro lado, el lenguaje escrito, y más en foros y webs se presta a malinterpretaciones y al folloneo. Esos mismos comentarios en una charla de bar con unas cervezas no tendrían nada que ver con lo que, desgraciadamente, se está viendo en DSC estos días, por lo que creo que es erróneo darle a este asunto una importancia que no tiene.
Un abrazo
Eso si, no hemos recibido ningún mail de nadie pidiendo explicaciones amablemente.
Me sumo a Sierjo en restarle importancia al asunto. En mi época de forero hubo quien incluso llegó a ofrecerme una mano de hostias. Y ya ves: la sangre no llegó a la playa de Riazor… ¡aunque estuvo a punto!
Abrazo para los dos!
A ver, creo que no me he sabido explicar bien. Esta entrada no surge de esos comentarios de la página Desconcierto.com en concreto. Los puse simplemente como un mero ejemplo, porque eran los últimos de ese tipo que había leído y contrastaban con el origen de la reflexión: que un músico al que critiqué (y que, por tanto, puede estar dolido y pensar que fui injusto con él) en vez de usar ese método opte porque dar la cara y dirigirse de un modo que no suele ser el habitual. Ello no hace su música mejor ni peor, pero le da una nota de elegancia de agradecer y no muy frecuente entre rajadores de foros y demás especies del mundo digital.
La mitad responden bastante bien a lo que suele llamarse «troll». A mi el anonimato no me parece mal, incluso a veces me parecen divertidas las cosas que se dicen, pero lo que me da pena es que supuestamente tanta gente esté escasa de sentido del humor y de sentido común.
O de estes días en DSC, e o do anonimato en xeral, dá pe a que moito subnormal solto, cun teclado entre mans se crea máis valiente que ninguén.
Atrévese a insultar ao que escribe, ou ao que ten o blog, en moitas ocasións erguendo a bandeira de que defende o que todo o mundo pensa pero só el se atreve a dicir… iso si, baixo o sobrenome de David Bisbal. Efectivamente, valiente atrevemento.
Non o entendo, nunca fixen unha crítica sobre algunha actualización, crónica, ou demáis, sen asegurarme de que o aludido estea seguro de quen son, porque, entre outras cousas, non hai nada que máis me joda que quitarlle a alguén o dereito á contra-réplica… (e digo isto usando un mote, pero é que se chego a pór o meu nome e apelidos, a min si que non me coñece nin dios…)
Coincido con Sierjo e Javier.
A educación, a elegancia e un mínimo de cultura deben deixar a un lado a provocación e o insulto gratuito.