Rodrigo Caamaño, el vocalista y guitarra de Triángulo de Amor Bizarro, habla dentro de una misiva promocional de su sello, Mushroom Pillow, del último amor del trío por un instrumento. Y no, no hay nada aquí de vetustos sintetizadores Moog, theremines luciferenos o guitarras vintage, sino algo bastante más común y mundano: la consola de bolsillo Nintendo DS, al parecer la última revolución musical. Lean, lean.

«Desde que tengo uso de razón, creía que el Casiotone era el mejor instrumento de todos. Es pequeño, tiene ritmos molones, bajos predefinidos muy gordos y un par de sonidos que con un poco de truco, lo mismo te acompañan en una boda como en un concierto de rock nazi-o-nal. Además, no hace falta apenas nociones musicales, el propio teclado te facilita todo lo que debes saber para hacer tus propias canciones en dos minutos. Para la furgo, con un poquillo de sensibilidad y el ruido del motor, puedes conseguir himnos kraut de 2 horas que ya quisieran Kraftwerk tenerlo 15 años antes de la salida al mercado del INVENTO, y sin tener que usar sintes del tamaño de una habitación. O puedes acompañarlo de un sombrero de paja y cantar atormentadas baladas sobre la desesperación acompañado por el rhythm 16 beat a bpms comatosos.

Ni que decir tiene que nosotros usamos y abusamos del Casiotone tanto para componer dulces tonadas como para, acompañado de un buen efecto de delay, producir bellos órganos de iglesia.

Todo este rollo viene a cuento para explicar el gozo que me supone en plena era postmoderna encontrar un objeto de nuestro tiempo que iguale, si no supera, las características y aplicaciones de nuestro querido organillo. Esta magna CREACIÓN tenía que ser obra de una empresa ya conocida por su indudable papel de benefactora de la humanidad: NINTENDO, que por cierto significa algo así como “Tarea del Cielo” (fuente: Wikipedia, of course). No contentos con hacer que nuestros jóvenes muevan sus articulaciones con wii fit y nuestros ancianos de todas las edades estimulen su mente con brain training ,ahora se han propuesto que los músicos puedan ejercer su profesión sin los dolores de espalda y de bolsillo tan ligados desde siempre a los instrumentos que suenan bien.

Con la ayuda de una Nintendo DS (con un parque móvil en España de más o menos 4 millones de unidades) el Korg DS-10 es una más que perfecta emulación del mítico sinte Korg MS-10 con muchas ventajas sobre el original:

No se desafina. El de verdad, al ser analógico, pues según como tenía el día sonaba bien o mal. En Galicia con la humedad, siempre mal.

Lo manejas con el lápiz de la DS.

Incluye dos sintes que puedes usar en paralelo por el precio del Super Mario.

Trae dos cajas de ritmos programables con sonidos generados por el propio sinte (nada de pregrabados).

Tiene un potente secuenciador que te permite hacer canciones enteras.

Puedes puentear como en el original con los cables y todo.

Trae efectos como Overdrive, Reverberación y Delay, así como un Kaoss Pad para aplicarlos.

El cut off va suave, suave.

Puedes guardar varias sesiones con los sonidos que saques. Se acabó las libretas con marcas para los presets.

Pesa unos 250 gr.

Y sobre todo, suena que mete miedo. Mucho mejor que la mayoría de sintes virtuales para pc o mac, y además no tienes que plantar en el escenario o donde sea el portátil desplegado.

Además, si tus amiguitos tienen otra DS con cartucho, puedes poner varias en linea mediante wifi, cosa que no he probado, pero pinta que se puede convertir eso en la madre de todas las jam sessions sintetizadas. O quien sabe, el nuevo grupo molón del momento.

Nosotros ya estamos trabajando en ello.»