La Voz de Galicia
Girando en círculos sobre la música pop
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Ocurre al llegar a la adolescencia. De pronto la guapa de la clase no te gusta, te gusta más aquella otra chica que, bueno, nadie se fija en ella pero te vuelve loco. No lo comentas, sabes que si lo dijeras probablemente te vacilarían. Y todo continúa siendo un pequeño secreto durante años. Pero vaya, pasado el tiempo, cuando se supone que ya tienes personalidad para exhibir públicamente las rarezas, lo comentas. “¿A ti también te gustaba?”, contesta uno de tus ya compañeros de Universidad. “Pero es que a mí también” dice otro y así, como un dominó que hace el recorrido completo hasta llegar a la conclusión: que en silencio todos los corazones apuntaban a la misma dirección.

Si me dijeran cuando tenía 15 años que Kim Deal, la bajista de los Pixies, había capturado tantos latidos no lo hubiese creído. Aquella contagiosa sonrisa, su dicción melancólica y semi infantil recordatoria de la de Mary Weiss (The Sangri-las) sus coros que se fundían con el gemido…todo aquello se convirtió en un icono, en uno de los mitos indies femeninos con mayor carisma que se hayan conocido. El estar frente al tirano gruñón de Black Francis realzaba aún más su encanto si cabe

Compuso apenas un puñado de temas para los Pixies, pero su modo de tocar el bajo y las pinceladas de su voz fueron clave (e insustituibles) en el sonido de la banda. Y bueno, su firma, figura en Gigantic para algunos la mejor canción del grupo. Escúchenla en este video y derrítanse, una vez más, con esa sonrisa, esa encantadora sonrisa.