A Bumbury lo acusan de plagiar al poeta Pedro Casariego Córdoba en su nuevo disco
Bumbury se defiende y, de paso, manda algún (justo) recado a la profesión
Se le olvidó, con el enfado, comentar en su comunicado que parte del encanto de la música pop lo da el que el artista suelte ese puzzle de referencias y que el fan las vaya descubriendo poco a poco.
Dicho esto uno piensa, por ejemplo, que el día que alguien le pida explicaciones a Morrissey (a quien, por cierto, Bumbury saqueó el arranque de Bigmouth Strikes Again de los Smiths en Mar Adentro de Héroes del Silencio) por sus apropiaciones indebidas los tribunales quiebran.
Y con Mikel Erentxun q hacemos, lo metemos en prisión?
Sinceramente creo que por dos frases asi es ridiculo y patetico acusar a alguien de plagio. Enrique ademas tiene razon en el comunicado.
Si inspirarse en alguna frase de otra persona o otro artista ajeno es plagio, entonces todos los cantautores a partir de Dylan deberian ir a los juzgados directamente.
Javi, es muy muy feo de lo que tachan a Búnbury. Un profesor de literatura nos decía que no había nada nuevo bajo el sol, que incluso el Cantar de los Nibelungos tiene cosas inspiradas de otra parte. Y en particular, me gusta mucho más Mar Adentro que Bigmouth Strikes Again, ya sabes, ése punto histriónico (de más) que tanto amamos los latinos.
creo que se considera plagio a partir de los dos compases… debe ser un trabajo divertido el de analizar y comparar canciones, no acabaríamos ni en mil generaciones! pero qué sería de un artista sin influencias…
sabía q me sonaba familiar el principio ese pero no había caído todavía… laralala… and i’ve got no right to take my place with the human race…xDD
Tarde ou cedo, saberase que foi o mánager de Buuuuu o que (co consentimento deste, claro) organizou todo para darlle vidilla promocional ao disco. Vamos, coma «In rainbows»… só que Radio Futura gañaron máis pasta.
🙂
Polémica estúpida y artificial esta. No lo trago como artista pero creo que es justo reconocer que Bunbury tiene más razón que un santo.
Sin embargo, de todo lo que dice, me gustaría llamar la atención sobre un punto concreto. Aunque el maño mete el zueco al definir el plagio como «algo perfectamente legislado por leyes interpuestas por órganos de gestión como SGAE y demás defensores de los derechos intelectuales», sin embargo da en el clavo al señalar que «existen pautas que determinan claramente dónde existe y dónde no.» He aqui el quid de la cuestión: no es plagio porque a ti te suene a esto u a lo otro; lo es cuando el acto encaja de manera objetiva con lo que nuestro marco jurídico y jurisprudencia entiende por tal.
No me enrrollo. Para hablar de plagio tiene que haber una copia sustancial de obra ajena y hacerla pasar el plagiador por propia. Cuando esto sucede podemos hablar de apropiación intelectual… y machacar al responsable, legal y mediaticamente, sea Bunbury… o Cela…
¿Se cumplen estas dos circunstancias en el «caso Bunbury»? Para ello, primero hay que determinar si la presunta copia de esas dos frases, en una canción de siete minutos, con seis estrofas y dos estribillos, es sustancial; a continuación, comprobar si el uso de frases ajenas aparece correctamente reflejado en los créditos de la obra y verdadero autor claramente identificado. ¿Dos sies?: plagio. ¿Dos noes?: inspiración, o como querais llamarlo… ¿Un sí y un no?… 😉
Termino. Lo de Bunbury me ha recordado polémicas pasadas. Todos recordareis el «Creep» de Radiohead (http://www.youtube.com/watch?v=nxpblnsJEWM), pero, ¿y el «The Air That I Breathe» de The Hollies (http://www.youtube.com/watch?v=vZMA5oRzMj0)?