La Voz de Galicia
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Honor y Fama

El mundo de cantina y cristal  en que vivimos tiene sus daños colaterales. Esta semana se cobró dos bajas: La Campanario y  Miguel Blesa, una en clave de amor y el otro de honor calderoniano.

Hace años que la estrella de la Campanario agonizaba, lejos quedan los tiempos en  que su relación con el «im-presionante» Jesulín  cebaba el mundo paralelo de los realitys, la prensa amarilla y la blablosfera de gente tan insólita como Jorge Javier -esa loca milonguera que ha vendido cien veces más libros que la última novela de Vargas Llosa y no para de enseñar el culo en las redes sociales. ¿Qué verá cuando se mira?

La Campanario no es de ese mundo y se equivocó dejándose seducir por la fama y simpatía del torero.

Pero para ser famoso hay que valer y hay que tener muy claro que uno es su personaje y va vivir con … Seguir leyendo

Don Estanislao

En la España de 1868 reinaba la reina sálica Isabel II entre las broncas con su tío Carlos María -que reclamaba derechos dinásticos y que dieron inicio a las guerras carlistas-, múltiples amoríos y una corrupción de las instituciones que acabaron con ella.

La reina casó con su primo Francisco de Asís de Borbón del que dijo: «Qué puedo esperar de un hombre que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo». Un desastre de época que coronó con la castiza reina saliendo por patas a Francia y abdicando en su hijo Alfonso XII, ¿dónde vas triste de ti?

Mientras Alfonso no llegaba, los intereses de partido de siempre hicieron un casting para rey y eligieron a un italiano: Amadeo I de Saboya, progresista y civilizado que nunca imaginó lo que aquí había y no tardó dos años en renunciar. Fue entonces cuando se fundó la Primera República, … Seguir leyendo

Progreso y novedad

Una cosa es el progreso y otra, la novedad. El progreso siempre necesita de un pasado presente al que referirse, bien sea porque significa algo que supera lo existente o porque supone el logro de algo históricamente anhelado. Las nuevas tecnologías de la comunicación pertenecen al primer gremio, y volar en un avión, al segundo.

La novedad, sin embargo, es algo que se da en el presente inmediato y que nunca se puede considerar como eterno. Tenemos la vida llena de novedades que no duran una temporada y de las que jamás se vuelve a tener noticias.

Conforme maduramos valoramos más el progreso y nos cuesta más la novedad. La generación del baby boom -o del «ginkasdelarios» que les comentaba la semana pasada- es fiel ejemplo de lo difícil que puede llegar a ser la novedad.

Valgan como ilustración tres escenas verídicas relatadas por un buen amigo representante de su … Seguir leyendo

GINKASDELARIOS

Verano  propicio para estar  con amigos, charlar y ponerse hasta más allá de lo inocuo rebasada cierta edad donde los excesos pagan una cuota más cara en el fielato de las resacas, igual que los seguros, que cuando más lo necesitas más costosos resultan.

Pero merece la pena espabilar el sentido hablando con gente diferente a los habitantes habituales de las rutina invernales.

Recientemente una velada  con entrañables amigos de  la llamada generación del «baby-boom» – rango de edad entre los cuarenta y setenta años- resultó estimulante.

Los baby-booms son hijos de posguerras , de esa época en que no había mucho tiempo ni dinero que perder comprando fantasías y entretenimientos, tiempo en que los niños eran un bien de producción y de inversión, no de lujo y consumo como lo  son   hoy en día.

Gentes que merendaban bocadillos de chocolate grumoso, compraban regaliz, pipas y bazukkas de fresa en … Seguir leyendo

El Club de la Ocurrencia

A pesar de que muchos padres del pensamiento y la civilización ya advirtieron de la cantidad de tontos que nos acechan: «Stultorum sunt plena omnia» -todo está lleno de tontos-, Cicerón; «Stultorum infinitus est numerus» -el numero de tontos es infinito-, Eclesiastés, 1-15; «Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana y del universo no estoy seguro», Albert Einstein; etcétera. A pesar de eso, continúa sorprendiendo la cantidad de estulticias que brotan por todo el país como si de una epidemia se tratase, al punto de que cada mañana nos desayunamos con una nueva boutade más estrambótica si cabe. Esto comienza a ser una especie de Club de la Ocurrencia donde algunos pugnan por ganar el premio a la parida más ingeniosa.

Algunas perlas ejemplares de estos días: mientras los médicos y sanitarios valencianos echan humo por la precariedad de recursos y el caos … Seguir leyendo