La Voz de Galicia
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Esta semana pastosa de Carnaval descafeinado ha dejado algunas noticias que merecen una reflexión.

Una es  que  en  el certamen de drags queens del carnaval canario  haya sido proclamada reinona del mismo un travesti vestido de Virgen dolorosa y Cristo crucificado. Otra es la multa de 16.000 euros que le han endosado al párroco de Móstoles por tañer las campanas alegando que producen contaminación acústica. La otra es la presión que parece que ejerce Podemos sobre televisión española para que deje de emitir la misa por la tele. ¿Qué nos está pasando?

Debemos a Richard Dawkins la original idea del “meme” esbozada en su obra «El gen egoísta». Un meme es un gen cultural, una idea, una creencia, una narrativa, una imagen que se trasmite  como un gen biológico entre la población. Las ideas tienen la misma capacidad de parasitación, infestación y replicación que cualquier virus, que sólo es un trocito de ADN sin más al igual que un meme pueden ser simplemente palabras o imágenes. Los virus y las ideas  son una cosa rara, no pertenecen al reino animal ni vegetal y ni están vivos ni están muertos, sólo se expresan si penetran en el interior de una célula o de un cerebro humano en el caso de los memes.

Los nemes son tan poderosos como los genes o los virus cuando infectan a una población sin inmunidad frente a ellos. Es así que si los virus arrasaron a la población aborigen de  América , algunas ideas han diezmado a la población a través de la historia.

Las ideas y las creencias son capaces de violentar a los mismísimos genes y hacer que la gente muera  por ellas: la libertad, la justicia, el comunismo, el capitalismo, el catolicismo, el islam…Son ideas parasitarias que se han cobrado millones de muertos.

Hoy la mayor parte del movimiento político cultural que vivimos no es un pensamiento nuevo, brillante, creativo… más bien -en palabras  Daniel Dennet- es una repetitis infecciosa empecinada en desinfectar a la población atacando a los nemes culturales instaurados en la mayoría.

La provocación chusca, blasfema y manida de la reinona de las islas, más que un meme es una memez que ataca violentamente a muchos infectados por el meme de una religión ancestral  que merecen un respeto y no un  numerito así. ¿Esa es toda la imaginación a la hora de provocar?

Los señores que multan las campanas o censuran la misa en la tele ¿no se dan cuenta de que lo pretenden es imponer algo que violenta la estructura memíca de toda un pueblo y una cultura? ¿A cambio de qué?¿Cual es la alternativa?

Pocos memes nuevos en que creer y demasiados memos que soportar.