La Voz de Galicia
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EL MUNDO DE FUNES

El bolero lo canta como sólo los boleros plasman los sentimientos: “dicen que la distancia es el olvido…” Pero la distancia es una cuestión de física y el olvido es un asunto emocional. Las cosas se olvidan las emociones jamás; quedan agazapadas en la amigdala cerebral -un diminuto microchip que tenemos en el hipotálamo- que permanece siempre alerta. Percibe, coteja, identifica y recuerda todo lo vivido. Si detecta algo que asocie con alguna escena cargada de emoción nos la hace revivir y -lo más importante- toma el mando de nuestra conducta antes de que lleguemos a poder pensar lo que sentimos y hacemos.
Una pareja rompe y las emociones duelen como llagas, después de un tiempo cicatrizan gracias a la distancia y el olvido, pero un simple comentario, una canción, un aroma o un lugar bastan para reabrir la herida del recuerdo y volver hacernos sufrir.
El remedio más eficaz … Seguir leyendo

EXTRA HOMINIS

La situación resulta insoportablemente tediosa, llevamos meses con este gori gori electoral que no hay cuerpo que resista y lo que es peor, nada apunta a que se nos de una tregua.
La representación es cansina, redundante y aburrida, todos los días las mismas declaraciones y argumentos manifiestos que traslucen la idéntica incapacidad para ponerse de acuerdo. Aquí no están negociando nada, aquí se está pasando la misma sesión continua que sólo entretiene a las respectivas parroquias. Que fatiga
Tengo para mí que sólo existen dos soluciones para este asunto: nuevas elecciones o gestionarlo con las reglas de un cónclave.
La sabiduría milenaria de la Iglesia que es una institución eterna porque tiene todo minuciosamente regulado, hasta la elección del líder, aconseja cómo tienen que realizarse estos complicados procesos selectivos para garantizar un éxito.
Dejando aparte discursos agnósticos, políticamente correctos y lo demodé que está hablar hoy de cualquier espiritualidad, … Seguir leyendo

GILIPOLLAS

Probablemente, “gilipollas”, sea el insulto más utilizado en el común de nuestros desaires. A tal punto que el improperio de tanto usarlo se ha vaciado de contenido, degradándose a la categoría de mera coletilla sin que los usuarios sepan exactamente a qué se refieren cuando lo utilizan.
El término Gilipollas según la RAE deriva de la voz árabe Yihil que viene a querer decir bobo. El vocablo derivó en la lengua romance a “Gilí”: sujeto ignorante y aturdido.
Según el Inventario General de Insultos de D. Pancracio Celdrán, otra acepción del vocablo “gil” hace referencia a lelo, imbécil o infeliz.
Más allá de etimologías académicas, cuentan que el origen de la palabra se retrotrae al Madrid del siglo XVI, dónde un tal D. Baltasar Gil de la Mota ocupaba el cargo de fiscal general del reino. Según crónicas palaciegas, D. Baltasar tenía dos hijas –Fabiana y Feliciana- que no siendo … Seguir leyendo