La Voz de Galicia
Seleccionar página

NIÑOS EDUCADOS

Vivimos en una época dónde el sano ejercicio de la autoridad se ha disuelto en un mar de pensamientos tóxicos que se resumen en pensar que todos los humanos nacemos buenos e iguales en competencias. Y no es verdad.
De esas falsedades se deriva que el ejercicio de la autoridad a la hora de educar esté tan mal visto –no digamos ya la sanción- con lo que, la falta de respeto hacia las figuras que deberían ejercerla está servida. Todos los animales sociales ejecutan algún mecanismo de control cuando sus crías se portan mal –gritos, señales intimidatorias y a veces hasta les atizan. En el cerebro existen circuitos muy complejos dedicados a registrar, placer, dolor y también mecanismos aversivos frente al castigo capaces de controlar la conducta. Por algo están ahí, sin embargo, llevamos décadas intentando desarrollar sociedades sin sanciones, que abocan irremediablemente en la mala educación o la corruptela.… Seguir leyendo

LOCA DE AMOR

Quedé perplejo leyendo que los abogados de la Pantoja construyen su defensa sobre el atenuante de que la tonadillera cometió tropelías porque estaba loca de amor y no sabía lo que hacía. Así que firmó, falsificó, blanqueó y mintió por loco amor de loca madurez.
Si el mundo del derecho usa esos argumentos es porque pueden ser exculpatorios, muy en la línea posmoderna de que nadie es responsable de nada. La culpa siempre la tienen otros o se trata de un trastorno mental.
Pues va a ser que no. Es verdad que podemos cometer locuras por amor o por deseo y matar por odio o celos –el crimen de León, sin ir más lejos-. Todas las emociones –del latín emovere: empujar hacia algo- nos incitan a desarrollar conductas dirigidas por ellas.
Lo único capaz de sujetar las emociones es el lenguaje y la meditación. El lenguaje nos permite pensar y … Seguir leyendo

COSAS DE LOCOS

En un reciente estudio del Normandale Community College en Bloomington, Estados Unidos, se ha comprobado que sólo el 7,5 por ciento de los delitos cometidos por personas con un trastorno mental severo están directamente relacionados con alguno de los síntomas de su enfermedad.
Los profesionales de la Salud Mental llevamos décadas señalando este hallazgo. Que las crónicas negras acerca de la supuesta condición de enfermo del delincuente, no son más que un mecanismo exculpatorio de los llamados sanos a sus desvaríos.
La enfermedad Mental Grave es una patología compleja que lo que requiere no son dedos acusadores, sino una buena práctica asistencial y un código ético, no el penal.
Hoy los trastornos mentales graves son tratables, subsidiarios la mayoría de ellos de una integración social que sólo requiere de un compromiso político para llevarla a cabo -algo que en los últimos años se está deteriorando de forma lamentable.
Destacaría tres … Seguir leyendo