La Voz de Galicia
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Confianza

Creo que era Mark Twain quien decía que un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo pide cuando empieza a llover.
Escucho al primer ministro británico afirmar que, una vez soslayada la necesidad de inyectar dinero a mazo en el sistema financiero, es necesario una segunda fase en la cual será preciso reformarlo para protegernos del abuso y descontrol constatado en esta crisis y conseguir la confianza de la gente.
Confianza, con-fianza parece ser.
Es difícil para el ciudadano de a pie fiarse de nada que tenga que ver con los dimes y diretes de los Señores del Aire —estos nuevos señores feudales que dominan el mundo globalizado— porque lo mismo te venden hoy una Arcadia de bonanza y pleno empleo, que mañana te dicen que se ha ido todo al garete y que hay que arrimar el hombro. El séptimo de … Seguir leyendo

El pastón

La última molestia producida por la globalización, la tecnología y la omnipresente crisis son los mensajes publicitarios que se reciben en el móvil.
Algunos de los más machacones son los que te invitan a jugar —pagando— en el sorteo de un cochazo de lujo.
Puede resultar tentador, pero cuando lo piensas bien te das cuenta de que no es nada práctico para la vida normal —a veces las uvas sí que están verdes y no hace falta ser un zorro para adivinarlo—.
Claro que me gustaría ser como Indiana Jones o James Bond y pilotar esa fabulosa máquina con una rubia al lado, pero desgraciadamente el personaje de mi vida es muy distinto.
Mi vida es como la de todos los que asumen que hacer el amor en la bañera y desayunar caviar con champán sólo es agradable visto en la pantalla —el champán yo lo perdonaría—.
Una vida igual … Seguir leyendo

Basuras

Leo en la prensa que en el informe Money for nothing and checks for free: recent developments in US subprime mortgage markets, dos especialistas del FMI relatan la vertiginosa caída de la contratación de hipotecas solventes (prime) y el simultáneo ascenso de las hipotecas basura o subprime, que en Estados Unidos se conceden a personas de dudosa solvencia que piden dinero por más del 85% del valor del inmueble que quieren comprar y/o han de pagar una cuota de intereses superior al 55% de sus ingresos.
En conjunto, la contratación de estas hipotecas basura se ha multiplicado por doce entre 1999 y 2006. Es decir, en Estados Unidos casi la mitad de los créditos para la compra de vivienda contratados en durante 2006 eran hipotecas basura.
Visto lo visto, lo de la burbuja inmobiliaria —esa que creíamos domesticada—, en realidad era un jakuzzi que masajeaba el deseo tanto de los … Seguir leyendo