La Voz de Galicia
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Crisis

Según afirma el Diccionario Etimológico de Corominas —texto indispensable en toda biblioteca que se precie de ello— la palabra crisis viene del latín crisis, que quiere decir “decisión”. Deriva en palabras tan frecuentes como “critica” “criticar” “crítico”o “criticón”. Se entiende como , “decidir”, “juzgar” y “separar”.
En medicina hablamos de crisis cuando se produce un cambio brusco en un proceso, bien para mejorar o para empeorar.
Sentí curiosidad por asomarme al diccionario y aclarar bien el concepto de una palabra que me invade el espacio mental a diario producto de su ubicuidad mediática.
Ahora entiendo mejor la proclamada crisis económica, debe tratarse de un cambio brusco en su estado, frente a la cual hay que “decidir” lo que hay que hacer.
Muy parecida a la habitual crisis de los cuarenta masculina, en las que se produce un cambio rápido de la visión de uno mismo y te ves obligado a … Seguir leyendo

La mirada (Cuento para estrenar un verano)

Hay quien busca el amor de un hombre para olvidarse de él, para no pensar más en él.
Fue en una tarde convencional. Al salir del taller su marido la esperaba para ir a tomar unos vinos con los amigos como todos los viernes.
Sentados en torno a un tonel que cumplía funciones de mesa rústica, pidieron lo de siempre y comenzaron a charlar de las cosas que suelen charlar las parejas los viernes por la tarde, tapas de pulpo, chistes verdes y habladurías sobre conocidos comunes.
En un momento se abrió la puerta y un joven fibroso enfundado en un mono rojo atravesó el local cargando un carro lleno de cajas de cervezas. No supo decir lo que pasó ni tampoco el porqué, pero el hecho fue que al tropezar sus miradas estas quedaron atrapadas en un instante infinito; el ruido del bar se detuvo, las palabras del grupo … Seguir leyendo

El veterinario de Abegondo

Borges finaliza su poema Los Justos, sentenciando: “Esas personas que ignoramos, son las que están salvando el mundo”.
Fue lo primero que me vino a la cabeza.
Comparto mi vida con una joven tekel de pelo duro —pequeños animales con cara de viejo y mirada avispada que jamás vengan una caricia y sólo pierden la cabeza cuando un rastro los embriaga—; el caso es que hace unos días salí de casa apurado y la perra se escapó sin que me diera cuenta. Al regresar por la noche y después de cenar, eché en falta el calor de su cuerpo asalchichado a mis pies mientras trabajaba frente al ordenador. La busqué por toda la casa y el jardín sin encontrarla. Comenzó a preocuparme la posibilidad de que alguien la robara, la atropellara o simplemente la abandonara a su suerte.
Pasada la una de la madrugada me puse el chubasquero, cogí una … Seguir leyendo