La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Castillo de Sobroso. Pocos castillos hay en Galicia que se puedan vender turísticamente hablando. Decía el padre Sarmiento que había muchos, pero la mayoría o agonizan en ruinas o ahí están, a la buena de Dios, y si quiere vaya usted por su cuenta y véalos. El de Sobroso, a las afueras de Ponteareas, es una excepción. Y es que la Diputación Provincial desarrolló hasta hace tres años una política agresiva de protección de los bienes patrimoniales que ahora da sus frutos. Luego cambió de manos políticas y todo cambió. Y por supuesto me da igual que piensen que defiendo a esta opción sobre aquella o la viceversa de lo contrario, pero las cosas son como son.

Así, Sobroso es un lugar que todavía puede ser explotado más. Su gran parque botánico requiere una atención que no se le presta. Sus salas expositivas se merecen mucho tiempo, y ya no digamos su tienda de artesanía. La idea del anterior presidente de la Diputación -yo se la escuché en una reunión de trabajo- era diseñar una auténtica ruta de castillos en la provincia, comenzando por este, el de Soutomaior y el de Salvaterra. No tuvo tiempo.