La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Red Natura del río Tambre. Un lector cree que mi texto sobre la playa de Caldebarcos, en el municipio coruñés de Carnota, no le hace justicia a tan magnífico arenal. Ya le he dado las gracias por haber comprado mi guía de primeros de agosto, por leerme y por ponerse en contacto conmigo. Realmente recibo un buen número de mails de este estilo, pero la mayoría con textos carentes del mínimo estilo, escritos a correr, con críticas sin ton ni son cuando no insultos… y no se me ocurre contestarles, claro. Antes de escribir debería ser obligatorio repasar las normas de educación básica. O, por aplicar otro dicho, poner la mente en funcionamiento antes que la lengua en movimiento.

Este lector demuestra tener esa educación básica y ya le contesté por privado. Pero quiero aprovechar para publicar unas líneas más.

En primer lugar, estamos en la época del toma y daca, de que cualquiera -no es el caso de este lector- se siente periodista y con derecho a pontificar. Bueno, reconozco que la mayoría de los periódicos han pasado a ser papel lleno de letras sin más, y cada vez se incrementa el número de los pseudoperiodistas con carrera que ni se molestan en acudir adonde ocurre una noticia: fax, blogs, facebook y demás se convierten en fuentes fidedignas por arte de magia.

Yo he ido a Caldebarcos para redactar esas dos páginas de la guía. Las fotos no son cosa mía. Dependiendo del tiempo que tenga así puedo parar más o menos, hablar con mucha o poca gente, comprobar que tal o cual edificio o monumento sigue en pie o fue derribado por la barbarie imperante -o sea, a partes iguales por las administraciones (a muchos alcaldes los carga el diablo) y por los vecinos que, por supuesto, culpa a la Xunta, faltaría más- e impregnarme un poco de la atmósfera. Todas las playas tienen arena, pero no todas son iguales, e intento captar su espíritu, lo que quieren trasmitir, ver los naufragios cercanos.

Dice mi lector que no he metido ni un solo calificativo en esas páginas. Tiene razón. Porque cada vez más creo que no hay que engañar. Hay que describir con la mayor objetividad posible, diciendo lo que hay, presentando imágenes si es posible (van tres, una general, otra del gran hórreo de Carnota y otra de las dunas que no me parece gran cosa, en verdad), facilitar el cómo llegar (van incluso las coordenadas), decir si hay sitio o no para aparcar, si el acceso para minusválidos es bueno, recomendar alguna visita cercana… Y lo demás que cada uno lo ponga de su mente y su corazón. Si al ver mis guías el lector se queda frío, lo he hecho mal. Si reacciona, he acertado.

Y así trabajo.