Congostro. De nuevo aquí, en la mejor aira de canastros de toda Galicia. Eso sin duda: los dineros de los contribuyentes de la Unión Europea la han dejado planchada. Luego habrá quien no entienda los beneficios de pertenecer a Europa, pero aquí no se ve un cable, y de mis impuestos no fue… Pero Congostro se iba a morir desde que Benita cerró la última de las tres tabernas, el auténtico punto de encuentro local en todo el mundo rural gallego. Y en esto llegó Ana, tras la preocupación del mismísimo alcalde, Xaquín Rodríguez Ambrosio, para que las puertas de un local estuviesen siempre abiertas en esa aldea ourensana de Rairiz de Veiga.
Ana es joven, está muy ilusionada y en mes y pico le ha dado una gran vuelta a todo aquello: ahora hay sitio para los más pequeños con un montón de juegos, espacio para reuniones, galería para no pasar frío… cuando llegue el frío (por encima de 30º todos estos días), folletos de la zona… Sólo queda desearle mucho suerte. Y que su ejemplo cunda: la gente joven apuesta por el rural que se desertiza.
