La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
Seleccionar página

Grafham Water. Y con un nombre explosivo, de repente aparece ante los ojos el Grafham Water Wildlife Extravaganza. O sea, la pomposamente llamada gran muestra de la vida salvaje en el Grafham Water. Siete grandes tiendas llenas de gente entusiasta llegada de un radio amplio con un objetivo común: concienciar a quien se llegue por este aparcamiento de que sólo tenemos una Tierra y hay que cuidarla, comenzando por el entorno inmediato, que es lo que pretenden. El Wildlife Trust, me explica una muy amable Georgina Forbes, tiene 800.000 afiliados en toda Gran Bretaña, y cada uno trabaja en su parcela territorial. Bueno, el listado de trabajos y tareas es enorme y se requiere tiempo para tener una idea aproximada de la labor que desarrollan estos voluntarios.

El caso es que aquí estoy. Buscan cómplices, y nada mejor que los niños, que disfrutan buscando fósiles, pegando alas a un pájaro de papel o mirando por un microscopio. O podría decirse caminando hasta los observatorios de pájaros, o embarcándose para ver pájaros o fotografiando libélulas. O sea, nada del otro mundo, algo que se podría hacer en Galicia. Pero es cuestión de cultura. O de mentalidad. Porque excepto el Día de la Ciencia en la Calle, todos los mayos en A Coruña, y en otra dimensión la la labor desarrollada por la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias, todo es desierto. Eso sí, los bares siguen llenos, con crisis o sin ella.