La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Rianxo. No me preocupa lo más mínimo que en el tejado de la capilla de San Bartolomé crezca la hierba. En los países nórdicos hay miles (sí, miles) de casa con hierba y plantas varias encima. Y se integran de maravilla en el paisaje. Por supuesto que exige andar ojo avizor, pero esa es la misión de los rianxeiros (y no solo de la Iglesia, del Ayuntamiento o de la Xunta). Lo que me preocupa es cómo ha quedado aislada, descontextualizada, en el medio el muelle. Rodeada por edificios de trabajo, carentes de personalidad, por el suelo restos de la propia actividad pesquera. El templo en sí está bien conservado, y en tiempos recientes se le ha puesto compañía: uno de los cruceros que conforman el único vía crucis fluvial del mundo, aquel que recuerda que por ahí llegó a Galicia el cuerpo sin vida del Apóstol Santiago en una barca de piedra sin timón ni gobernalle. Y yo soy de los que cree que Santiago, sí, está en el Arca Marmórica de la catedral compostelana.