La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
Seleccionar página

Odense. Desayuno con la noticia de que salió publicado hoy en este periódico mi itinerario cultural por la Vía XVIII del Itinerario de Antonino. O sea, la que usaban legionarios y mercaderes para ir de Braga a Astorga. Para entendernos, la que entra en Galicia por Lobios. Me enteré de su existencia años ha gracias al profesor Caamaño, de la Universidad de Santiago, que, si no recuerdo mal, había hecho su tesis doctoral sobre ella. Eran momentos -finales de los años 70- en los que se destrozó una buena parte con total impunidad. Ahora está convertida en una ruta de senderismo con desviaciones que llevan a la iglesia prerrománica de Santa Comba de Bande. Maravilla pura sólo afeada por la mole ingente y sin sentido del balneario, uno de los ejemplos de feísmo más evidentes de Galicia y que, además, resulta casi imposible de disimular y ya no digamos de ocultar para siempre. Hasta que se caiga de puro viejo, claro está. Recomiendo hacer esa ruta sobre la que escribo hoy en el sentido que dije: cogiendo un taxi y plantándose en Portela de Home, en la frontera por donde aquel canalla llamado Roldán que tenía mando en la Guardia Civil escapó tras saquear las arcas públicas a su cargo. Excepto que se quiera sufrir: en sentido contrario es pura cuesta arriba.