La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Red Natura del río Tambre. Hoy publico otras tres páginas de mi serie Galicia Bonita. Bueno, en realidad le pongo unas cuantas palabras a las fotos de Marras, que él es quien marca la pauta. Toca Muxía, y, como los lectores siempre son avispadillos, ya me adelanto: mi director es de Muxía y la biblioteca local lleva el nombre de Santiago Rey, el editor de La Voz de Galicia. Así que nadie me va a creer pero el tema lo elegí yo, Marras hizo las fotos que le dio la gana (unas 400 ó 500, como es habitual en él, un poco histérico del disparador), Mabel y/o Verónica las pusieron en página siguiendo criterios estéticos, Suso o Ana habrán echado el vistazo final y el resultado lo tiene el lector en las manos. ¡Ah, falta el texto! Pues claro, todos los textos son vistos con lupa por no se sabe quién en La Voz de Galicia… Toda esa patrañada de cretinos que no entienden lo que es la libertad de expresión. Bueno, el texto lo escribí yo solito que ya voy mayor y nadie ha cambiado ni una coma, así que hay que estar preparado: si a mi director y a mi editor les ha gustado, hasta igual sube la nómina este mes. Y si es que no, pues nada, a ir mirando en las páginas amarillas por dónde queda la oficina del Inem más cercana.

¿Y qué más? Pues que me he pasado un par de días en Muxía muy agradables. No hacía mucho calor, y de la playa de Lourido a la de Lago me conozco cada palmo de costa. En la oficina de turismo cosí a preguntas a la pareja responsable del negociado, que aguantó con profesionalidad el tercer grado y supongo que quedaría pensando quién sería ese tipo que le interesaba todo y que llegaba con fotocopias de fotos en las manos. Y recordé cuando poco después del Prestige La Voz de Galicia organizó una exposición didáctica itinerante -este Rafa Sanguino vale un mundo-  y se inauguró allí. Como yo era el coordinador, acudí, claro está, y acompañado de Arsenio, el ex entrenador del Dépor, que con su habitual simpatía hizo ponerse colorada a la directora cuando le soltó alto y claro que se parecía muchísimo a Catherine Zeta-Jones. Yo no entiendo nada de cine y no sé quién es esa señora, pero juro que la entonces directora era, simplemente, guapísima.

En fin, divagaciones. Léanme hoy en La Voz de Galicia. Los lectores son especie a extinguir y hay que mimarlos. Para eso estamos.