La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Red Natura del río Tambre. Llueve. Unas gotas nada más. Bueno para los que apagan incendios. Todo tiene su cara y su cruz. Poco va durar la alegría porque vuelve el verano, un poco más débil, pero ahí está. Aprovecho para discutir por teléfono con Marras sobre una foto que vamos a publicar el domingo, para hacer limpieza en la cartera y para tirar, entre otros papelitos, la factura del sábado, cuando comí -tradición anual a la que acudo de rigurosa gorra- en el hotel Cabío, en la playa homónima de A Pobra do Caramiñal. Y también como todos los años Coro volvió a pagar una buena cantidad de dinero en un lugar estupendo, con buenas vistas a la ría de Arousa y con una carta amplia, trabajada y con notable producto. Sólo me decepcionaron un poco las gambas -ya sé que es difícil hacer algo original con unas gambas a la plancha…-, pero tengo que reconocer que las croquetas de Martín eran muy buenas y el sanmartiño de Coro salió excepcional y muy bien presentado.

El ambiente no era en absoluto de crisis económica. Lo comenté con mi buen amigo Pedro Linares (somos el día y la noche, por eso siempre nos hemos llevado de maravilla, incluso cuando compartíamos sección de Internacional en La Voz de Galicia), que se llegó hasta allí, lo que le agradecí. Como quien dice, media Voz de Galicia andábamos por allí, por justo antes había saludado a Guillermo Pardo y poco después a Xoán Soler. Eso, que el mundo es un pañuelo.

En fin, resumiendo: el restaurante del hotel Cabío no es barato pero lo que se come se lo merece. Tengo que ir un día en temporada baja aunque eso implique comer dentro. Claro que antes tengo que convencer a Coro para que me re-invite…