Red Natura del río Tambre. Llueve. Unas gotas nada más. Bueno para los que apagan incendios. Todo tiene su cara y su cruz. Poco va durar la alegría porque vuelve el verano, un poco más débil, pero ahí está. Aprovecho para discutir por teléfono con Marras sobre una foto que vamos a publicar el domingo, para hacer limpieza en la cartera y para tirar, entre otros papelitos, la factura del sábado, cuando comí -tradición anual a la que acudo de rigurosa gorra- en el hotel Cabío, en la playa homónima de A Pobra do Caramiñal. Y también como todos los años Coro volvió a pagar una buena cantidad de dinero en un lugar estupendo, con buenas vistas a la ría de Arousa y con una carta amplia, trabajada y con notable producto. Sólo me decepcionaron un poco las gambas -ya sé que es difícil hacer algo original con unas gambas a la plancha…-, pero tengo que reconocer que las croquetas de Martín eran muy buenas y el sanmartiño de Coro salió excepcional y muy bien presentado.
El ambiente no era en absoluto de crisis económica. Lo comenté con mi buen amigo Pedro Linares (somos el día y la noche, por eso siempre nos hemos llevado de maravilla, incluso cuando compartíamos sección de Internacional en La Voz de Galicia), que se llegó hasta allí, lo que le agradecí. Como quien dice, media Voz de Galicia andábamos por allí, por justo antes había saludado a Guillermo Pardo y poco después a Xoán Soler. Eso, que el mundo es un pañuelo.
En fin, resumiendo: el restaurante del hotel Cabío no es barato pero lo que se come se lo merece. Tengo que ir un día en temporada baja aunque eso implique comer dentro. Claro que antes tengo que convencer a Coro para que me re-invite…
Muchas gracias por lo que me toca, querido Cristobo. La verdad es que el hotel está en un sitio fantástico, aunque ya te comenté que siempre le he puesto la pega de lo lento que es su servicio de restauración. Y una anécdota: esta zona, de la soy un devoto, y donde veraneo desde hace ya unos años, me aseguran los lugareños que está mal llamada como Cabío. El nombre real de la concurrida playa es el de Lombiña, el mismo que el de la aldea que está a las espaldas del hotel. Lo de Cabío «o trouxeron os turistas», dicen por aquí. Y algo es cierto: cuando entras en A Pobra los indicativos señalar: «Praias de Cabío»
Pues distinguido Pedro, de étimos y topónimos no sé yo mucho. Cuando comencé en La Voz de Galicia, año 1979, esa era una playa a la cual te recomendaban ir por su belleza y porque estaba salvaje, sin servicio alguno. Y siempre, hasta donde yo recuerdo, se llamaba Cabío. Consultada mi madre octogenaria, otra devota de esa zona (más de Aguiño), dice lo mismo: Cabío. Claro que hablamos de los años 60 del siglo pasado, e igual antes era Lombiña, pero no creo que antes hubiera mucho turisteo por ahí.