La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Red Natura del río Tambre. Cita en Santiago por motivos de trabajo relacionados con el programa Prensa Escuela, que ayer cumplió 26 años. Tras un vino en Bierzo Enxebre, el antiguo Prada a Tope, curioso lugar situado frente a la cerrada Casa de la Troya, Fernando, Chucho y yo acabamos en la Cervecería Gallega. Primera sorpresa: están también allí María José Mariño (gran promotora de actividades culturales en el Camino Francés a Santiago) y la que parece ser omnipresente, Isabel Chousa, bien recuperada de sus avatares por El Vaticano adelante. Discretamente nos situamos en mesas algo distantes (aunque el lugar no puede presumir de metros cuadrados), así que no me entero de qué hacen esas dos comiendo juntas, que ya me gustaría.

Nos dejamos guiar y nos ponen una amplia bandeja de mariscos de concha con una salsa bien rica; hay que tomarla caliente. No enormes, pero sí bien presentados, son los segundos. No hay mucho que contar de las chuletitas de cordero, pero el rape a la plancha está en su punto y el bacalao al pil pil fue bien trabajado. Plato de postres variados de buen nivel. Nos sorprende el precio bajo, que hay que unir a la profesionalidad y amabilidad.

Veintiséis años en la brecha son muchos, y la comida transcurre más entre recuerdos que en pensar cómo va a ser la reunión por la tarde con un grupo de maestros. Algo se habla de los nuevos descubrimientos, y Chucho saca a colación la buena lamprea que se comió en El Olivo, en Pontecesures, un lugar que no conozco pero que me gustaría conocer. Claro que no con lamprea delante, que para eso hay que ser bien valiente. «Además -argumento- ayer he oído el cuco en el bosque que hay frente a mi casa». Fernando reacciona como un resorte: «O sea, que has oído el cuco y ni siquiera lo has puesto en tu blog. ¿Dónde más se ha oído? ¿Hay, ahora mismo, noticia más bonita que esa?».

«No, no la hay», pienso, con las orejas gachas. Y es que «a lamprea está cucada», así que se vuelve a cumplir una vez más que «en marzo para o amo e en abril para o criado». Sí, cantó el cuco.