La Voz de Galicia
Libros, música y seres humanos
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Bonald

Hoy un poema, que hace mucho sol

Secta
Caballero Bonald

«Me asomo a un mundo numerado y veo
La secta envilecida de los hijos
De quienes ya eran hijos del oprobio.
Solapan sus linajes con cosméticos,
Pero aun así no pueden
Encubrir esa abyecta condición de gregarios
Que sustenta su fe.
Se llaman
Como sus gentes se llamaron,
Nombres trucados de homicidas, nombres
Hereditarios de secuaces
De soldadescas y de clerecías.
Son los mismos
Que siguen solazándose
Con las soflamas de los patriotas
Y empuñan de continuo estandartes y cruces
Con que emular a sus mayores,
Mientras avanza por las avenidas
Un cortejo triunfal de bienpensantes.

Líbrate, compañero,
De esas iglesias y esos mentecatos».… Seguir leyendo

Gracias a mi novio por existir (II)

…fue horrible. Me dijo cuánto me costaría quitarme ese tatoo. Y me eché a llorar. Desapareció de mi vida y creía que me moría. Ni mensajes de móvil, ni llamadas. Nada de nada. Me sentí otra vez huérfana. El hombre que me había rescatado en sus brazos de esta Galicia extraña se había esfumado. Pero volvió y volvió a ser todo lindo. Es lo que tienen los reencuentros. Me pidió con palabras dulces que me borrase el tatuaje. Y yo quise darle una sorpresa. Fui y me puse debajo de gracias a mi novio por existir. Su nombre. Gracias a mi novio Iván por existir. Eso fue lo que hice.
Y le dije que nos fuésemos a vivir juntos. En este verano loco, un verano en el que no paraba de llover.
Y él se enfadó muchísimo. Me levantó la mano. Dijo que era absurda. Que me borrase todo. Que … Seguir leyendo

Gracias a mi novio por existir (I)

Encuentro estos papeles escritos sobre el banco de un parque. Están arrugados. La letra corre rápida por los folios, como un arrebato:
Maldigo el día en que lo conocí. Me engañó desde el primer momento. Enganchaba una mentira en otra. Una sobre otra. Sin parar. Me deslumbró con su labia. Con su pelo engominado. Me dijo que estaba separado. Quería dudar, pero me miraba con unos ojos increíbles. Yo necesitaba cariño. Trabajo limpiando casas. Y lo conocí en un bar por la noche. Me dijo que era vendedor. Viajante, que recorría Galicia para vender sus productos. No me di cuenta que yo fui un producto más de usar y tirar. Me enamoré de él. Estoy fuera de mi país. Soy de El Salvador y pensé que él era distinto. Me trataba lindo. Con mucho cariño. Siempre me decía que estaba guapa, que era muy linda, princesa. Me enamoré como una … Seguir leyendo